
Una niña peruana
Releyendo Testimonios CVR
Carmen nos recuerda cómo su infancia estuvo marcada por una sucesión de terribles violencias. Un relato difícil de escuchar, pero necesario para comprender la vida de muchas mujeres que vivieron los años del conflicto armado. Este episodio se basa en uno de los más de 16 mil testimonios recogidos por la CVR.
Contexto
En este testimonio de la CVR, una mujer nos cuenta sobre cómo fue su infancia durante los años del conflicto armado, cómo marcó su trayectoria de vida y cómo convive en el presente con lo que le sucedió.
No fue fácil elegir ese testimonio para convertirlo en uno de los Relatos de nuestro archivo, por la suma de violencias que esa niña tuvo que vivir. Nuestra elección responde a que expresa una realidad que se evade. Esa niña es hoy una mujer adulta, que ha vivido más de cuarenta años con los recuerdos de esa infancia, cuyos daños no tuvieron reconocimiento hasta el momento en el que la CVR abrió la posibilidad de su registro, casi 20 años después. En mayor o menor medida, muchas mujeres han pasado por episodios similares, y es muy poca la atención que se le ha dado a esas vivencias. Reconocer que una mujer ha pasado por todo ello no solo es imprescindible por la necesidad de tratar el dolor individual que implica su recuerdo, y las dificultades en su trayectoria que fueron consecuencia de ello, sino también por las determinantes sociales implicadas en esas vivencias, que siguen marcando de distintas maneras el devenir de la vida de muchas mujeres peruanas en el presente.
Este relato nos muestra que en nuestro país, características con las que una persona viene a la vida, la hacen vulnerable de ser dañada de múltiples maneras. En el caso de Carmen (así hemos decido llamar a esta mujer para preservar su anonimato), su lugar de nacimiento, su idioma, su cultura, su color de piel, su ser mujer y el conflicto armado, fueron factores que se entrelazaron en su infancia desencadenando los episodios trágicos que has escuchado.
Uno de los factores que más incide en la vulnerabilidad de Carmen es el racismo y la jerarquización étnica. Ella nació en una comunidad campesina quechua del sur andino, cuando Carmen nos cuenta sobre la muerte por sarampión de 9 de sus hermanos, nos muestra que pertenecer a una comunidad lejana a centros de poder, significó para su familia ser víctima de una violencia estructural que también cobró vidas.
Ya durante el conflicto, tanto Sendero Luminoso como el Ejército actuaron frente a ese telón de fondo de jerarquías étnicas con la población andina[1]. Para las fuerzas del orden, ser étnicamente andino significaba ser un posible enemigo, mientras que para Sendero Luminoso significaba ser «masa» o “mesnada” (Del Pino 1999, Gavilán 2023), minusvalorizando el valor de sus derechos, su integridad y sus vidas.
Lugares como Oreja de Perro fueron terreno sin ley para las acciones senderistas. La comunidad de Carmen fue arrasada por hombres y mujeres de Sendero Luminoso. La llegada de los miembros de esa organización fue antecedida por incursiones militares, Carmen cuenta que en esas incursiones los miembros de las fuerzas del orden del Estado también actuaron sin ley: violando, robando y maltratando a la población.
Este testimonio nos enseña cómo fue que Sendero Luminoso operó en el campo. Ella cuenta que llegan personas «desconocidas» (un tópico común en los relatos testimoniales de esos años), a los que describe como “gringos” y mestizos, haciendo alusión a su ser ajenos a su comunidad. Carmen nos narra que los senderistas convocan a todos con una estrategia de engaño, hombres y mujeres acuden, aun cuando se saben en peligro, pero sin tener otra alternativa, para que luego se ejecute sobre ellos la muerte. Aunque Carmen no da cuenta de cuáles fueron las razones de este arrasamiento, según la lógica senderista, uno de los motivos más comunes de este tipo de acciones fue un sistema de puniciones a quienes tenían alguna relación con el Estado. Sendero Luminoso le quitó la vida a autoridades locales que actuaban como intermediarios entre la comunidad y el Estado. En ese sentido, una de las graves consecuencias del accionar senderista fue la desestructuración de las bases políticas comunitarias, que tuvieron que reconstruirse luego con mucha dificultad.
Carmen también nos narra cómo SL aplica un sistema de reclutamiento infantil sistemático y generalizado: “En esta visión de guerra prolongada, los niños pasan a ser la reserva humana. Ellos serían el contingente que reemplazarían a quienes cayeran en combate. En esta lógica, todo niño debía ser llevado a las bases, aún siendo hijos de sus víctimas, y ser preparado y entrenado militarmente” (Del Pino 1999). Según la CVR, el 42% de las personas reclutadas por SL fueron menores de edad (CVR 2003, La Oruga 2023). Al mismo tiempo, Carmen nos muestra cómo se arrogaban la prerrogativa de reorganizar y jerarquizar a la población. SL, en este caso, como en muchas otras comunidades andinas y selváticas (Macher 2023, Durand 2021), desarma la institucionalidad familiar para establecer un orden de institución total (Goffman 2001) en la que niños y niñas dejan de ser “hijos” para ser individuos funcionales a sus fines. El dominio en general es por la fuerza, pero también ejercen dominación cultural, uno de los criterios de jerarquización es el que expone Carmen, que es reclutada porque “sabía las vocales”, mostrando la tendencia senderista a jerarquizar a las personas bajo criterios relacionados con la intelectualidad occidental.
No es difícil relacionar la mención de ese reconocimiento que hicieron los senderistas a la continua mención de Carmen respecto a lo duro que fue para ella que le quitaran el derecho a educarse. Su madre es descrita como una persona a la que le interesaba que ella fuera a la escuela, pero la matanza, su orfandad, el desamparo y la servidumbre restringieron sus posibilidades de poder ser una persona letrada. La continua negativa de la mujer esposa del policía a que ella pueda educarse, se expresa como un modo extremadamente cruel de demostrarle su dominio y mantenerla como servidumbre.
Carmen nos habla de varios niños reclutados por SL, lo que nos da cuenta de infantes que perdieron sus referentes familiares por reclutamientos forzados o por el asesinato de sus madres y padres. Carmen tiene que adaptarse al destino que le dejó la muerte de sus padres, sus familiares y la desaparición de su comunidad, ella queda en el desamparo. Ante una situación así, Carmen debió ser protegida por el Estado. Pero lo que le sucedió fue la continuación extrema de una práctica más antigua, en la que las niñas pasan de sus hogares y comunidades a casas de familias de pueblos más grandes o ciudades para ser tratadas como servidumbre, lejos de sus familias, de su cultura, en espacios sociales en los que desprecian su origen, bajo lo que era o es llamado padrinazgo o madrinazgo, sobre todo a cambio de acceso a servicios educativos.[2]
Con el CAI, a la pobreza y la falta de acceso a derechos que forzaban una migración temprana en situaciones muy precarias y de abuso, se sumó la migración por desplazamiento forzado por la guerra[3] y la orfandad por la pérdida de familiares. El caso de Carmen, reubicada en la familia de un policía sin mediación alguna, no fue un caso aislado, sino un modus operandi habitual de los representantes del Estado en zonas de emergencia. En vez de identificar estas situaciones de grave emergencia y crear un protocolo institucionalizado bajo el mandato del Interés Superior del Niño, quienes tenían ante sí un infante en situación de desamparo decidían su destino según sus propios intereses (Miranda 2004, La Oruga 2004).
Es en la casa del policía y su esposa profesora que padece agresiones relacionadas con su ser mujer. La rapan, le prohíben educarse para que “no se vaya con un hombre” y es violada reiteradas veces.
En el testimonio, Carmen expresa claramente sus sentimientos de tristeza y rabia. En su carpeta se describe que llora varias veces mientras cuenta su relato, y menciona frases como “yo sí quería morir”, “yo no podía ni llorar al mirar todo eso”, “quisiera vengar[me] de todos los demás, así como lo hizo con [los senderistas]”, y como sentía todavía muy latentes el desprecio, el maltrato y la vejación que vivió en la casa del policía. En las notas se escribe que se encuentra deprimida.
No sabemos lo que Carmen quisiera que signifique su testimonio en el presente, pero en el momento en que lo dio a la CVR expresa con mucha intensión la rabia, odio y temor que siente por las personas que le hicieron daño. ¿Es posible “sanarse” de una infancia tan dañada? ¿Es posible, necesario o ético que ciertos sectores de la sociedad le pidan a mujeres como Carmen “olvidar”, “pasar la página”, seguir con su vida, reconciliarse? Al escuchar todo lo que vivió es difícil entender que sea posible convertir esos recuerdos de ejercicio de crueldad en algo más que esos sentimientos, en algo que haga bien.
En algunos pasajes ella reivindica sus valores, los de su familia, su fuerza para enfrentarse a los y las senderistas, para escapar, para cuidar de quienes estaban muriendo, para tratar de salvar a su madre. En su relato, ella es una niña protagonista valiente, pero al mismo tiempo al leerla y escucharla sabemos que estaba indefensa y desprotegida.
Muchas de las personas con las que conversamos nos relatan que quieren dar testimonio para mejorar nuestra convivencia social, para que su experiencia personal sea ejemplar de aquello que no debe volver a suceder. A partir de sus relatos se puede apreciar que los recursos con los que se cuenta para convertir una experiencia individual en una experiencia ejemplar muchas veces no son individuales, anclándose en redes de reconocimiento y soporte colectivo con las que Carmen parece no haber contado.
Pensar en el testimonio de Carmen deja muchas preguntas abiertas sobre aspectos que van más allá de su experiencia misma, que se relacionan con el pasado y con el presente: ¿Cuál fue el destino de su comunidad luego de los asesinatos, los reclutamientos forzados, las detenciones, los desplazamientos forzados? ¿Los hijos e hijas de Carmen han heredado de algún modo la carga de sus recuerdos?, ¿sabrán de sus padecimientos? ¿Qué podría significar la justicia para Carmen? ¿Qué hubiera sido de Carmen si su comunidad no hubiera sido arrasada? ¿Cuál era el destino de las niñas andinas antes del CAI, en épocas de “paz”?, ¿qué experiencias migratorias tuvieron en su infancia?
Notas:
[1] El factor étnico está tras de las relaciones que se establecen cotidianamente entre peruanos, Carmen usa términos raciales para describir a los senderistas; luego, en la casa donde la llevaron ante su orfandad, fue violentada y despreciada con insultos que aludían a su origen étnico. La jerarquización, el desprecio, pasan de esos contextos cotidianos al contexto de guerra. Luego se mantienen asociaciones estigmatizantes, que se expresan hoy, por ejemplo con el terruqueo a las protestas sociales en regiones del sur andino.
[2] “Una niña o un niño ubicados como ahijados en las casas de los ‘mistis’, parte de las estrategias de sobrevivencia de las familias campesinas e indígenas, representa un alivio a la vulnerabilidad de estos hogares en la medida que son expulsados a edad temprana y su reproducción pasa a ser materia del acuerdo de padrinazgo.” (Fuertes Medina 2013:28).
[3] Sobre ser niña desplazada por la violencia, puede escuchar la Historia de vida de Justa Chuchón.
Referencias
- Archivo Digital de Memoria La Oruga. Infancias invisibles. Desaparición de menores por militares en el Perú. Conversando con Elena Miranda. Lima. 2004.
- Archivo Digital de Memoria La Oruga. Julián. Un niño ashaninka en un campamento de Sendero Luminoso. Releyendo testimonios de la CVR. Lima 2004
- Archivo Digital de Memoria La Oruga. Orígenes, Labor e impacto de la CVR. Conversando con Sofía Macher. Lima. 2003.
- Chuchón, Justa, Archivo Digital de Memoria La Oruga. Historia de vida de Justa Chuchón. IEP. 2025.
- Comisión de la Verdad y Reconciliación. Tomo V, Capítulo 2, Sección 3. Lima. 2003.
- Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Niños soldados en el Perú. CNDDHH. Lima. 2010
- Comisión de la Verdad y Reconciliación. Informe Final. Tomo VI, sección IV, Capítulo 1. Lima. 2003.
- De la Cadena, Marisol. De raza a clase: la insurgencia intelectual provinciana en el Perú. En: Stern, Steve. Los senderos insólitos del Perú. Guerra y sociedad 1980-1995. IEP. Lima. 1999.
- Del Pino, Ponciano. Familia, cultura y “revolución”. Vida cotidiana en Sendero Luminoso. En: Stern, Steve. Los senderos insólitos del Perú. Guerra y sociedad 1980-1995. IEP. Lima. 1999.
- Durand, Natalí. Enchike pishintsite. El pasado que no pasa. Memoria, mitología y necropolítica, PCP-Sendero Luminoso y su impacto en el pueblo ashaninka 1980-2010. Tesis doctoral. México DF: Universidad Latinoamericana. 2021.
- Fuertes Medina, Patricia, Eduardo Rodríguez y Pablo Casali. Trabajo doméstico remunerado en el Perú. Situación y perspectivas en función del Convenio 189 y la Recomendación 201 de la OIT. Oficina de la OIT para los Países Andinos. Lima. 2013.
- Gavilán, Lurgio. Cómo se construye el enemigo en Ayacucho, Perú. Anthropologica. Vol. 41 Núm. 51. PUCP. 2023.
- Goffman, Erving. Sobre las características de las instituciones totales. En: Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales. Amorrortu Editores. Buenos Aires. 2001.
- Jiménez, Edilberto. Chungui: Violencia y trazos de memoria. IEP. Lima. 2020.
- Macher, Sofía. Ser una mujer de «la masa» en el «nuevo Estado» senderista. Argumentos, 4(1). Lima: Instituto de Estudios Peruanos. 2023
- Miranda, Elena. Raptados: la historia olvidada de los niños de la guerra en Perú. Conectas y Ojo Público. 2004.
- Convención sobre derechos del Niño. UNICEF Comité Español. Madrid. 2006.
Transcripción
00:00:03 Advertencia
Advertencia este episodio incluye narrativas de violencia que podrían resultar perturbadoras. Si eres menor de edad, debes escucharlo en compañía y guía de una persona adulta.
[Música, guitarra ayacuchana]
00:00:33 José Carlos [introducción]
En esta historia no hay nada feliz, nada bueno. Se suceden la pobreza, la enfermedad, la tortura, el asesinato, la masacre, la esclavitud, la violación. Todo sufrido por una niña en los años 80 del Perú.
Quisiera decir que es una ficción, un cuento, pero no es una historia real.
Hoy esa niña debe tener unos 50 y tantos años. Una vecina más, a la que vemos ir al mercado o tomar el micro en su barrio. ¿Cuántas mujeres en el Perú no tendrán historias similares que no conoceremos nunca? ¿Cuántas niñas no pasan por violencias que guardan en secreto toda una vida?
En este episodio de la oruga escucharemos una niña peruana.
00:01:32 José Carlos
Muchos testimonios de la época de la violencia política empiezan rememorando etapas idílicas. Hay muchos relatos tipo: antes de que llegaran los subversivos o antes de que llegaran los militares, vivíamos felices. Acá no. Acá la violencia no da tiempo para esa fábula.
[Sonido de tinitus]
[Sonido de gallos, pajaritos, gallinas]
00:02:02 Carmen
Éramos 13 hermanos. Nueve murieron cuando hubo una epidemia de sarampión. Quedamos solo cuatro.
[Sonido de carro en carretera]
00:02:21 José Carlos
Carmen tiene nueve años. Vive en una comunidad campesina al norte de Ayacucho. Recién empezó a ir al colegio, no sabe leer. Ayuda en casa y en la chacra, como tantas otras niñas.
Un día llegan los soldados gritando, buscando senderistas.
[Sonido de vibración grave]
Abusan de todos. Maltratan a los viejos y adultos. Violan a las muchachas, Carmen dice: “No diferencian ni a las solteras ni las que estaban casadas, nada”.
Las niñas guardan silencio, miran. Carmen mira.
[Sonido de marcha marcial, cantos]
00:03:07 Carmen
Después de los soldados, a los pocos meses, llegaron todos los terroristas de noche.
Eran bastantes, más de 100, entre varones, mujeres, con ojotas, vestidos de civil, totalmente armados con pistolas grandes. Algunos eran gringos, otros mestizos como yo. Las mujeres eran bonitas.
00:03:34 José Carlos
Pidieron apoyo: “Si tienen 20 soles colaboran. Si no tienen, vengan a una reunión, a la escuela”. Pero era una trampa.
[Sonido de tinitus]
00:03:50 Carmen
Seríamos decenas en la escuela. Y allí uno de los terroristas nos dice: “¡A ver! De cada una de las familias, uno que vaya a traer un cuchillo a sus casas porque esta noche van a venir los soldados y tenemos que preparar para defendernos”.
[Sonido de tinitus]
Cuando todos estuvieron de vuelta, apretados en la escuela, los senderistas empezaron a golpearlos a los adultos. Los obligaron a desnudarse y les ordenaron salir al patio uno por uno.
[Sonido de perros ladrando]
[Sonido de tinitus]
Nosotros, los niños, al ver que golpeaban a nuestros padres y hermanos mayores, nos pusimos a llorar. “¡No lloren, no griten. ¿O quieren que les cortemos el cuello?!”. Cuando decían eso, se nos acercaban con el cuchillo en la mano. Nos amarraron a todos los niños nuestras manitos a nuestras espaldas y nos dejaron encerrados dentro de la escuela.
[Sonido de perros ladrando]
[Sonido de llanto de bebés]
Y a los niños chiquitos, a los lactantes, estas mujeres terroristas los cogían como a conejos y los mataban sin compasión. “¡¿A estos quién los va a criar?!”, diciendo.
[Sonido de tinitus]
[Sonido de perros ladrando]
[Sonido de vibración grave
Así, de miedo, nos tuvimos que quedar tranquilitos y comenzó a adormecerse mi cuerpecito. Muchos hicimos nuestras necesidades ahí, dentro de nuestras ropitas. Cuando de afuera empezamos a escuchar gritos y quejidos, me solté y traté de salir. Un terrorista me vio y me dijo: “¡¿Para qué sales?! ¡A ti también te vamos a matar!”. Yo le respondí: “Si van a matar a mis padres, entonces mátenme a mí también”. Y pude ver que la gente estaba regada por los suelos, como cuando degüellan a las ovejas.
[Sonido de tinitus]
00:06:46 José Carlos
Carmen busca a su mamá. Los senderistas la golpean, le gritan “Vieja soplona”. Carmen la abraza en el suelo. Ve que tiene una herida en el cuello que sangra. No puede quedarse mucho, la arrastran de vuelta al colegio, la vuelven a amarrar. Allí vio a su hermana embarazada, que aguantaba los golpes en silencio.
00:07:20 Carmen
Como a las 4:00 a.m. los terroristas terminaron de matar a todos y nos dijeron a los niños “¡Aquí van a quedar solos los inteligentes y los que no lo son, morirán!”. Yo había comenzado recién mi primer grado. No sabía casi nada. Me dijo: “A ver, ¿tú qué sabes?”. Solo les respondí las cinco vocales. “Esta chiquita es inteligente”, dijeron, “Tenemos que llevarla”. Al final quedamos solo como 10 niños. Nos desataron un poco para que nos pudieran llevar.
[Sonido de pisadas corriendo]
00:08:17 José Carlos
Carmen se escapa, regresa al pueblo, se esconde por ahí. Cuando amanece, sale a buscar a su mamá.
[Sonido de tinitus]
00:08:34 Carmen
Vi a la gente muerta en toda la pampa. Unos sobre otros, desnudos, destrozados, sin orejas, todos llenos de sangre. Algunos que sobrevivían los habían acuchillado, otros se arrastraban. Sus dedos parecían gastados, ensangrentados. No podían morir. Y yo no podía ni llorar al mirar todo eso.
[Música ayacuchana]
00:09:18 José Carlos
Carmen atiende a su madre, le pone querosene en las heridas, le trae una manta, pero está muy grave. “Hijita, no llores”, le dice su mamá: “Estos señores matarán mi cuerpo, pero mi alma jamás. Donde tú estés, mi alma te estará mirando y te estará cuidando. Pero ya muerta, no la pudo cuidar de los senderistas, que volvieron y se llevaron a Carmen a la fuerza, al monte. Pero de allí pudo escapar y regresar a su comunidad.
[Sonido de perro gruñendo, ladridos]
00:10:20 Carmen
Dos semanas habían pasado. Los perros estaban devorando a los muertos, tirados en la pampa, niños, jóvenes, adultos. Allí me quedé un tiempo.
[Sonido espectral]
[Sonido de vibración grave]
00:10:47 José Carlos
Recién se pudo enterrar a los muertos a los tres meses de la matanza, cuando llegaron los soldados. Los militares querían saber dónde estaban los senderistas.
00:11:04 Carmen
Yo los llevé al monte donde estaban los terroristas y cuando llegaron, todos comenzaron a disparar y a tirar granadas en todas las direcciones. Y allí murieron unos seis terroristas, entre varones y mujeres.
00:11:34 José Carlos
Los niños fueron llevados a la ciudad. Carmen debía ser entregada a un fiscal, pero un policía pidió quedarse con ella. El policía explicó que con su esposa, una profesora de colegio, tenía dos hijos varones y querían tener una niña. El fiscal dejó que esa familia se la lleve, la entregó bajo el cargo de que la cuidarían bien.
[Sonido de vibración grave]
00:12:03 Carmen
Pero no cumplió ninguna de sus promesas. Después de un mes, el policía comenzó a “¡¿A ti quién te va a reclamar?! Yo te traje del monte llena de piojos, así que tienes que servirnos a nosotros”. Yo había tenido larga y bonita mi trenza, pero ya con todo se había llenado de piojos. La esposa del policía me cortó totalmente mi pelo, me rapó.
[Sonido de tinitus]
00:12:34 José Carlos
Esa familia redujo a Carmen a la servidumbre. Comía las sobras, no la dejaban ir a la escuela, la tenían con la misma ropa que trajo del campo.
00:12:47 Carmen
Una vez encontré un lápiz en la calle y viendo como la señora le enseñaba a sus hijos, empecé a practicar por mi cuenta, a la luz de la vela. Un día le pedí: “Mamá, por favor, déjame tarea a mí también. Después de los quehaceres, yo voy a hacer”, “¡Qué tal Iisura!”, me dijo, “Mi esposo te ha traído para servirme, si tú estudias, pronto te vas a ir con algún hombre”.
[Sonido de tinitus]
Sus hijos me enseñaban las cinco vocales, pero cuando la patrona me descubrió, me pegó: “¡Chola de mierda, piojosa de mierda!, ¡le estás robando la inteligencia a mis hijos!”. Ya nunca he podido aprender a leer y escribir.
[Sonido de vibración grave]
Cuando alguna vez me quejé con el policía, me dijo que estaba mintiendo y que nadie iba a reclamar por mí. Una noche, cuando todavía ni menstruaba, este policía entró a mi cuarto y me violó. Me agarró a la fuerza, apuntándome con su revólver, me dijo: “Si le avisas a alguien, te mato y te entierro abriendo un hueco en mi chacra”. Desde ese día hasta el día en que salí, este policía me hacía lo mismo cada vez que quería.
[Sonido metálico, sonido tinitus]
00:14:22 José Carlos
Diez años pasó Carmen con esa familia. Apenas pudo se fue. De sus hermanos, supo que uno, que de niño también fue secuestrado por Sendero, estuvo en la cárcel un tiempo. Otro desapareció.
Varios años después, ya adulta y con dos hijos, Carmen se presentó ante la Comisión de la Verdad para dar su testimonio. Y eso fue todo.
[Sonido de vibración grave]
00:14:56 Carmen
Esos dos, ese policía y esa maldita mujer viven tranquilos en la ciudad. Hay otros terroristas que también ahora hacen su vida normal, uno tiene un edificio. Nunca entraron a la cárcel. Yo tengo miedo de que algo me puedan hacer.
[Sonido de tinitus]
[Sonido de vibración grave]
Yo quisiera vengarme de todos, como cuando llegaron los militares y les indiqué dónde estaban los terroristas que mataron a mis familiares y allí los atacaron. Así, igual de todos.
[Música ayacuchana]
00:15:47 José Carlos
Hemos escuchado una niña peruana, un episodio del podcast La Oruga, creado a partir de uno de los más de 15000 testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad y el reconciliado y resguardados por el Centro de Documentación para la Memoria Colectiva de la Defensoría del Pueblo. En el desarrollo de este episodio se han alterado nombres y lugares, así como algunas frases contenidas en el documento original.
El trabajo de recopilación estuvo a cargo de Tamia Portugal.
Se contó con la colaboración de Ana Lucía Riveros para la voz de Carmen.
Fue escrito, dirigido y narrado por José Carlos Agüero.
Este episodio es posible gracias al apoyo de la Embajada Alemana en el Perú.
La Oruga es un podcast del IEP (Instituto de Estudios Peruanos).
Escúchanos en Spotify y nuestras redes y visita nuestro Archivo Digital de Memoria en laoruga.pe
Ficha Técnica
Título | Una niña peruana |
---|---|
Sub-título | Releyendo Testimonios CVR |
Formato | Archivo de audio |
Serie | Relato |
Número | 8 |
Duración | 16 min 50 seg |
Idioma | Español |
Sumilla | Carmen nos recuerda cómo su infancia estuvo marcada por una sucesión de terribles violencias. Un relato difícil de escuchar, pero necesario para comprender la vida de muchas mujeres que vivieron los años del conflicto armado. Este episodio se basa en uno de los más de 16 mil testimonios recogidos por la CVR. |
Ubicación Web | https://laoruga.pe/una-nina-peruana/ |
Youtube La Oruga | https://youtu.be/298yFxuCqYw |
Fecha de Lanzamiento | marzo 2025 |
Protagonista | Carmen (seudónimo) |
Afectación | Quedó en orfandad por el asesinato de sus padres |
Periodos | 1981 |
Lugares | Ayacucho |
Anonimato |
Autorización para nombre: NO Autorización para voz: NO Autorización para imagen: NO Autorización para detalles familiares: NO |
Fuentes | Primaria - Testimonio de protagonista a la CVRa |
Acceso a fuente primaria | Defensoría del Pueblo |
Ubicación | Centro de Información para la Memoria Colectiva y los DD.HH. de la Defensoría del Pueblo |
Soporte | Testimonio de protagonista a la CVR. |
Palabras clave | Asesinato, Ayacucho, Comunidades campesinas, CVR, Detenciones arbitrarias, Discriminación, Etnicidad, Género, Hijos e hijas, Infancia, Justicia, Memoria, Olvido, Perdón, Policía, Reconciliación, Reconocimiento, Sendero Luminoso, Tortura, Violencia estructural, Violencia sexual |
El epidosio incluye |
ContextoTranscripciónFicha TécnicaCréditos¿Por qué releer los testimonios de la CVR?¿Cómo citar?
|
Álbum | |
Derechos Humanos que aborda | A la educación / A la no discriminación / A no sufrir esclavitud ni servidumbre / A no sufrir torturas, tratos crueles o degradantes / A vivir con dignidad |
Vínculo con Currículo Nacional |
Enfoques: Enfoque de Igualdad de Género, Enfoque de Orientación al bien común, Enfoque Inclusivo o de Atención a la diversidad, Enfoque de Derechos Areas: Comunicación, Personal Social y Ciencias Sociales |
Clasificación por edades | (R) - Restringido; no apto para menores de 17 años sin la compañía de un adulto. |
Alerta de contenidos |
Lenguaje: No Violencia: Sí Contenido Sexual: Sí Uso de Drogas: No |
Vínculos con otros episodios | |
Fuentes complementarias |
Para conocer más del caso puedes ver: ·Archivo Digital de Memoria La Oruga. Infancias invisibles. Desaparición de menores por militares en el Perú. Conversando conElena Miranda. Lima. 2004. |
Créditos |
Título: Una niña peruana. Releyendo testimonios de la CVR Guion y dirección: José Carlos Agüero Investigación: Tamia Portugal Edición y pos producción: Teresa Cabrera Realización: Archivo Digital de Memoria La Oruga–IEP Interpretación de la testimoniante: Ana Lucía Riveros Narrador: José Carlos Agüero |
¿Cómo citar?
Agüero, Jose Carlos y Tamia Portugal (2025, Marzo). Una niña peruana. Releyendo testimonios de la CVR. Serie Relatos N8. En: Archivo Digital de Memoria La Oruga – IEP. https://laoruga.pe/podcast/una-nina-peruana/
¿Cómo citar?
Agüero, Jose Carlos y Tamia Portugal (2025, Marzo). Una niña peruana. Releyendo testimonios de la CVR. Serie Relatos N8. En: Archivo Digital de Memoria La Oruga – IEP. https://laoruga.pe/podcast/una-nina-peruana/
Créditos
Título: Una niña peruana. Releyendo testimonios de la CVR
Guion y dirección: José Carlos Agüero
Investigación: Tamia Portugal
Edición y pos producción: Teresa Cabrera
Realización: Archivo Digital de Memoria La Oruga–IEP
Interpretación de la testimoniante: Ana Lucía Riveros
Narrador: José Carlos Agüero
Fecha de publicación: marzo 2025
¿Por qué releer los testimonios de la CVR?
El 2023 se cumplieron 20 años desde la publicación del Informe Final (IF) de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
Para La Oruga, es necesario actualizar la importancia de la CVR luego de que la participación política y la institucionalidad fuera arrasada por la violencia que vivimos durante conflicto, que repercute en nuestro presente. Decidimos que una manera de contribuir a mostrar la actualidad de su labor es darle visibilidad a una de sus obras más importantes: los más de 16 mil testimonios que fueron recolectados para su investigación entre el 2000 y el 2002. Estos testimonios fueron la fuente primaria de sus resultados y recomendaciones, muestran el valor de su proceso de trabajo, y significan un hito ético y político de reconocimiento ciudadano en la historia de nuestro país.
Su recopilación fue un esfuerzo de democratización: una institución estatal, oficial, tomó el reto de registrar las experiencias de la mayor cantidad posible de gente afectada por la violencia, en un contexto en el que se negaba la gravedad de los hechos vividos en los 80s y 90s.
Los testimonios de la CVR expresan no solo la trascendencia de la defensa de los derechos humanos para nuestra convivencia social, sino también la necesidad de lograr justicia y ciudadanía igualitaria para todos los peruanos y peruanas. Testimoniar fue un acto político, individual y colectivo, significó crear espacios de denuncia y de elaboración personal y comunitario.
¿Cómo enunciar la voz de las y los testimoniantes de un modo que no los revictimice?, ¿cómo traerla al presente? Es ineludible expresar el daño, el dolor, la pérdida y las secuelas evidencian, pero quisimos que los hechos relatados se muestren como parte de trayectorias de vida, que conforman una experiencia colectiva dentro de la historia de nuestro país.
Más de veinte años después de haber sido enunciados, los eventos que se relatan en los testimonios recogidos por la CVR, nos ayudan a comprender nuestras relaciones en el presente. Por eso, hemos optado por crear una serie, en la que, desde sus episodios, podamos mostrar y reflexionar sobre la experiencia personal de los testimoniantes enlazándola con las reflexiones de quienes pueden acceder a ellos hoy. En ese ejercicio, nos interesa vincular esas experiencias del pasado -sus causas, su práctica y sus consecuencias- con los cambios y continuidades sociales que vivimos en el país en el presente.
Pretendemos que esta colección de relatos vaya creciendo a lo largo del tiempo, buscando cubrir distintos aspectos de las experiencias personales y colectivas que se vivieron durante el conflicto armado. Nos interesa reflejar sus distintas etapas, la experiencia regional, las distintas afectaciones, y la diversidad de profesiones, historias de vida o culturas de quienes dieron su testimonio para ser escuchados por el país.
Guiones: José Carlos Agüero
Trabajo de investigación: Tamia Portugal
Equipo LaOruga Podcast: Rosa Vera, Francesca Uccelli, Tamia Portugal.
Proyecto: El Presente de la Memoria del Instituto de Estudios Peruanos.
¿Cómo citar?
Agüero, Jose Carlos y Tamia Portugal (2025, Marzo). Una niña peruana. Releyendo testimonios de la CVR. Serie Relatos N8. En: Archivo Digital de Memoria La Oruga – IEP. https://laoruga.pe/podcast/una-nina-peruana/
Más Relatos

Relato Nº 7
La trenza
Un detalle anclado en la mente. Releyendo testimonios de la CVR.
En una comunidad andina, una mujer detenida arbitrariamente pasa seis meses retenida en un cuartel militar. Releemos el testimonio que su hija dio sobre este evento hace 20 años a la CVR.

Relato Nº 6
Julián
La vida de un niño asháninka en un campamento de Sendero Luminoso. Releyendo testimonios de la CVR.
Luego de 20 años, releemos el testimonio que Julián le dio a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), un joven que a los 8 años fue reclutado por Sendero Luminoso junto a su comunidad asháninka.

Relato Nº 5
Una botella lanzada al mar
Mensaje de Daina d'Achille
Daina d’Achille, hija de la periodista ambiental asesinada por Sendero Luminoso, Bárbara d’Achille, envía un mensaje a quienes mataron a su madre. Pero también dirige su mensaje hacia quienes desde el poder y los medios de comunicación, usan a las víctimas del conflicto armado para instaurar un ambiente de miedo en nuestra sociedad.